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En busca de la eficacia y equidad

domingo, 15 de junio de 2008


"Existen diversas teorías de que la educación chilena se encuentra sumergida en un pantano, por los constantes episodios deplorables que podemos observar diariamente en los medios de comunicación. Si ponemos hincapié en esta teoría nos daremos cuenta que no se aleja de la realidad".




La educación en Chile es un tema atrayente de tratar. Es necesario ser realistas y entender que debemos desarrollar este tema con la mesura que merece. Si realizamos un análisis de la situación actual que enfrentan los chilenos en cuanto la educación, podemos concluir que el Estado ha hecho un trabajo deficiente, el cual sólo se ha preocupado de prolongar sus deberes y otorgar a la educación chilena “parches”, que a nuestro juicio se transforman en un modelo cortoplacista.
El Estado tiene una visión irreal del perfeccionamiento de esquema de educación, no han demostrado estar en busca de una solución a largo plazo, hecho que manifiesta un claro indicio de insuficiencia laboral, ya que la educación debe ir de la mano con la innovación. No obtenemos nada mejorando una parte de ésta, no vale la pena ilusionar a cientos de jóvenes con la idea de que podrán conseguir un “cartón profesional” y al mismo tiempo el éxito. Con esto, pretendemos instruirlos sobre un problema persistente y hasta el momento, de alejada solución.
En la actualidad superar la pobreza, poder salir del subdesarrollo y conseguir la plena mejora económica, son deseos que entran en el tapete al momento de cuestionar el proceso de la educación en Chile. Debido a que esta juega un rol significativo en esta disyuntiva, ya que la educación está correlacionada con el trabajo y de la misma manera con los niveles de ingresos económicos que puede obtener un individuo, consecuentemente con sus horizontes de superación.
El problema es que el Gobierno no ha sabido generar una visión a largo plazo y se queda enredado con controversias históricas, es fundamental que la educación se transforme en el motor del crecimiento económico y obtener una mejor calidad de ésta considerando los enormes gastos que aparentemente el Gobierno ha implementado en educación.
A pesar de esto, según el último informe del Centro de Estudios Públicos (CEP), la educación chilena estaría evaluada con un promedio 4.5, agregando que los textos de estudio, bibliotecas, laboratorios y computadores son escasos y que probablemente la insuficiencia de equipamiento sería el principal problema de la mala educación que enfrentamos.
Con esto no podemos decir que los malos resultados educacionales sean un problema de los mismos estudiantes, ni de currículum. Es realmente alarmante entender por qué Chile está bajo el promedio en comparación a otros países, a pesar de de ser uno de los lugares en que se dedican más horas de estudio. Con ello, nos damos cuenta que nuestro debate educacional está fuera de balance respecto del desarrollo de la reforma y capacidad del país, que supuestamente se encuentran menguados por escasez económica o simplemente no logramos deducir el por qué de esta crisis educacional.
Con esta situación entendemos tres premisas las cuales nos insinúan que Chile sólo tiene carencia de capital debido al mal desempeño del sistema escolar, que el capital económico permite el desarrollo y competitividad de los países y que lógicamente será imposible eliminar la pobreza sin un perfeccionamiento sustentable en la calidad de educación y seguramente con esta situación nunca podremos superar el subdesarrollo.
Indudablemente para muchos estas premisas son injustificadas y abordan solamente algunas dimensiones de nuestro problema educacional y deja de lado otras. Pero luego de analizar en profundidad el tema “educación” cabe mencionar que la conclusión más razonable es ésta y es un llamado de atención hacia la manera en que el Gobierno ha operado últimamente.

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